El cerebro tiene la capacidad de cambiar durante toda la vida. Y cuando hablamos del cerebro, no nos referimos solo a la mente (aunque es realmente la que lo hace cambiar) sino al propio órgano central del sistema nervioso. Es decir, se producen cambios físicos.
A esta propiedad se le denomina neuroplasticidad o plasticidad sináptica, y supone cambios no solo negativos sino también positivos, que mejoran la funcionalidad del cerebro. Es nuestro comportamiento lo que realmente cambia nuestro cerebro. Lo que hacemos, lo que hacemos bien y lo que hacemos mal, y también lo que no hacemos, lo que dejamos de hacer.